Suponemos que todas las dudas acerca del WINTER INDIE CITY (WIC) vienen generadas porque no debe de ser un modelo muy común en la escena actual de festivales o ciclos de música “indie”. Y lo decimos con todos los respetos a la “época heroica”, que diría aquel, porque “indie” por entonces significaba una serie de valores y actitudes que ahora mismo están casi extinguidos. Y, ¿por qué se producen las extinciones? Normalmente por adaptaciones a los nuevos tiempos, a estos tiempos en los que manda el dinero y llenar recintos. No lo decimos nosotros, ya lo advertía Walter Benjamin cuando explicaba lo peligroso que era que los bienes culturales fueran absorbidos por el mercado y se convirtieran en eso, en mercancía.
Pero el WIC almacena en el imaginario la palabra “independencia” en un sentido primigenio y personal: actitud para hacer las cosas de manera espontánea, también amateur y pasional, hacer caso al corazón, que es de lo que está hecha la música, y no al bolsillo...
Sí, quizá no creamos demasiado en la democratización del arte, refiriéndonos no tanto a su producción sino más bien a su recepción. Y por eso no nos importa demasiado que haya cuatro personas en los conciertos porque esos cuatro están allí en apología de su individualidad y no por modas, “giliblogueces” o postureo vario.
Queremos mantener nuestra independencia de salas, asociaciones culturales, política y asuntos de caja… Agradecemos su colaboración o su indiferencia, según qué casos, pero nos mantendremos en el mismo lugar. Lo que queremos es traer a nuestras bandas, nuevas o veteranas, a esta pequeña y especial ciudad que es Segovia
Ocho ediciones después seguimos vivos le pese a quién le pese. Aunque sabemos que también se alegra mucha gente y que otros muchos, la mayoría, aún no saben ni quiénes somos. A todos ellos queremos explicarles que el WIC es muy cabezota y que sólo pretendemos ser una vía de escape entre un montón de producciones en serie donde “uno” se parece peligrosamente a “otro” hasta que todo se convierte en una hilera de espejos. Nosotros queremos romper todos los espejos.
NO somos una sala de conciertos.
NO somos una iluminación de políticos.
NO tenemos marcas en nuestros carteles.
NO tenemos contratos que nos aten.
NO somos “indies” por un abrazar un determinado sonido sino una actitud.
NO somos profesionales, solo amantes de la música.
NO tenemos presiones para traer a las bandas que venden.
SOMOS LO QUE QUEREMOS SER: INDEPENDIENTES.